Todos los niños se comportan de manera desafiante alguna vez; sin embargo, este trastorno se caracteriza por un patrón constante y mantenido en el tiempo en el que el niño presenta un comportamiento desafiante hacia las figuras de autoridad, desobediente así como rencoroso y vengativo. Es decir, si para la mayoría de los niños este tipo de comportamiento es ocasional y en situaciones de enfado, para los niños negativistas desafiantes es su conducta habitual.
Este trastorno de conducta causa problemas graves tanto en el hogar como en las escuela, además de en cualquier situación social.
Síntomas.
Para poder diagnosticar este trastorno es necesario que el niño o adolescente presente los siguientes síntomas de forma continuada durante un periodo mínimo de seis meses:
- Estado de ánimo irritable: pierde fácilmente la paciencia y se enfada fácilmente con los demás.
- Tiene un carácter muy sensible, es rencoroso vengativo.
- A menudo discute y desobedece a sus padres y figuras de autoridad en general.
- Suele molestar intencionadamente a las demás personas.
- No asume sus errores y culpa a otros por su mala conducta.
- Es cruel con sus palabras.
Se pueden considerar tres niveles de gravedad:
- Leve: el comportamiento disruptivo se presenta en un solo ámbito: hogar, escuela o amigos.
- Moderado: puede presentar varios síntomas en dos o más entornos.
- Grave: presenta la conducta desafiante en todos los ámbitos.
Causas y factores de riesgo
Este trastorno suele resultar de una combinación entre la genética y el temperamento y el ambiente.
Los niños con un temperamento fuerte y con dificultad para controlar sus emociones y la frustración son más susceptibles a sufrir este trastorno.
Los problemas de autoridad en el hogar (ya sea por ser demasiado estricta o por lo contrario) o vivir en una familia desestructurada con familiares con trastornos mentales o con comportamientos violentos también predisponen al niño a este problema de conducta.
Complicaciones
Este trastorno suele necesitar una intervención profesional de psicoterapia para ser atajado. Pero si no se pone remedio a tiempo puede desembocar en problemas y trastornos más graves que pueden perdurar en la etapa adulta:
- Problemas en el rendimiento académico o laboral.
- Trastorno antisocial de la personalidad (psicopatía).
- Problemas con la justicia por conductas delictivas.
- Dificultad para controlar los impulsos.
- Adicciones a sustancias, al juego, etc.
Comorbilidades
Las siguientes patologías se pueden presentar en combinación con el TND:
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
- Otros trastornos de conducta
- Depresión
- Ansiedad
- Trastornos de comunicación y aprendizaje
Para que el tratamiento para el TND sea efectivo también se deben tratar los trastornos que se presentan de forma simultánea, si los hubiera.
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