Inteligencia emocional: cómo influyen las emociones en nosotros

Publicado el 3 de diciembre de 2024, 12:42

La inteligencia emocional (IE) es un constructo que actualmente tiene mucha relevancia en el ámbito de la psicología, desde que lo popularizó Daniel Goleman en 1995.

Pero, ¿qué es la inteligencia emocional?

Podemos decir que la inteligencia emocional estudia cómo podemos influir de manera inteligente y adaptativa sobre nuestra emociones, al mismo tiempo también pone de manifiesto la influencia de las emociones en la toma de decisiones importantes, como el trabajo al que nos dedicamos o la pareja que escogemos, que no están determinadas solamente por la lógica y aspecto puramente prácticos.

La correlación entre la inteligencia, que se refiere más a nuestra capacidad para adaptarnos al entorno de forma lógica y analítica, y la inteligencia emocional es más bien baja. Esto explica por qué las personas con un cociente intelectual (CI) muy superior a la media tienen menos habilidades sociales, tienden a ser más solitarias y tienen menos éxito en las relaciones sentimentales y sociales que las personas cuyo CI es más modesto pero, en cambio, tienen más facilidad para conseguir relaciones sentimentales y sociales satisfactorias, incluso en muchos casos laborales, lo que les proporciona un mayor bienestar en general.

Elementos de la inteligencia emocional.

Goleman señala los principales elementos de la inteligencia emocional, que son los siguientes:

  • Autoconciencia emocional: este concepto se refiere al conocimiento que tenemos sobre nuestras propias emociones y cómo nos influyen. Este aspecto nos puede ayudar para saber cuándo podemos tomar decisiones importantes y cuando no. Por ejemplo, nos puede ayudar a detectar en nosotros mismos emociones de intensidad elevada, tanto positivas como negativas (estar excesivamente alegres o tristes) y de esta forma aplazar nuestras decisiones unos días, en la medida de lo posible, hasta que nuestras emociones están más equilibradas.
  • Autorregulación emocional: nos permite saber reconocer, regular y controlar nuestras emociones para que no nos dominen cuando son muy intensas.
  • Automotivación: las emociones adecuadamente orientadas hacia objetivos y metas nos permiten mantener la motivación para conseguir dichos objetivos o metas. Para esto es imprescindible ser optimistas y tener iniciativa, que nos permiten ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva.
  • Empatía: se refiere al reconocimiento de emociones en los demás. Es una habilidad muy importante para conseguir mantener unas relaciones personales satisfactorias y sanas, estableciendo vínculos más estrechos y duraderos con otras personas. Las personas más empáticas poseen mayores habilidades relacionadas con la IE.
  • Habilidades sociales: las habilidades sociales son aquellas que nos permiten relacionarnos con los demás de forma adecuada, tanto si nos resultan agradables, simpáticos y cercanos como si no. Este concepto está muy relacionado con la IE, ya que, gracias a ella, además de basarnos en cómo nos hacen sentir los demás también tenemos en cuenta las circunstancias que provocan que los demás se comporten con nosotros de una determinada manera y, de ese modo, reaccionar con ellos de una forma más racional y menos visceral.

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