La depresión o trastorno depresivo mayor es un trastorno mental común, ya que lo padece aproximadamente el 5% de los adultos en todo el mundo. Es un trastorno grave que incluso puede llevar al suicidio, aunque hay tratamientos eficaces incluso para las presentaciones más graves. Las mujeres suelen padecer depresión en mayor proporción que los hombres.
Las causas de la depresión
La depresión está muy relacionada con el hecho de haber sufrido experiencias vitales adversas, como la pérdida de un trabajo, fallecimiento de un ser querido o un divorcio. Las personas que atraviesan este tipo de situaciones tienen más probabilidades de padecer este trastorno. Por otro lado, la depresión afecta de manera significativa al funcionamiento de la persona en los distintos ámbitos de su vida (familiar, laboral y social) provocando disfunción e incapacidad para realizar sus actividades diarias.
La relación entre la depresión y la salud física también es relevante. En este sentido, la depresión puede llevar al padecimiento de ciertas enfermedades físicas (cardiovasculares, diabetes, cáncer) debido a los malos hábitos que suelen mantener estos pacientes, como el sedentarismo, el abuso de alcohol o el estrés. Además, es muy habitual que las personas que padecen enfermedades físicas graves también desarrollen depresión.
Diagnóstico y tratamiento
Los tratamientos más eficaces y más utilizados en pacientes con depresión son la psicoterapia y los psicofármacos.
La psicoterapia consiste en intentar modificar la manera de pensar del paciente, cómo afronta ciertas situaciones y cómo se relaciona con los demás. Los principales tratamientos de psicoterapia son:
- Activación conductual
- Terapia cognitivo-conductual
- Psicoterapia interpersonal
- Resolución de problemas
Por otro lado, los psicofármacos empleados en la primera línea del tratamiento de la depresión son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), comúnmente conocidos como antidepresivos.
El cuidado personal en las personas con depresión.
Aunque los tratamientos psicológicos y psicofarmacológicos son necesarios para curar la depresión, estos pacientes también pueden llevar a cabo cambios en sus hábitos para incrementar la eficacia de los tratamientos y obtener resultados más rápidos.
El paciente debe:
- En la medida de lo posible, seguir realizando actividades que le hagan disfrutar.
- Mantener el contacto con familiares y amigos de confianza con lo que pueda hablar acerca de cómo se siente.
- Intentar hacer ejercicio físico a menudo, así como mantener una dieta saludable y una adecuada higiene del sueño.
- Evitar el consumo de alcohol y cualquier tipo de drogas.
En los casos más graves, el paciente puede presentar ideación suicida. En estos casos es fundamental que el paciente se ponga en contacto con los servicios de salud lo antes posible.
Bibliografía:
- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
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