Existen multitud de sustancias que pueden provocar una adicción. Las drogas legales e ilegales proporcionan una sensación de placer y de bienestar temporal. Esta sensación está relacionada con el sistema de recompensa y su principal neurotransmisor: la dopamina.
Cuando la sensación placentera desaparece el cuerpo vuelve a necesitar esa sustancia para volver a experimentar la sensación de bienestar. Si no la obtiene la persona experimenta una sensación desagradable que le obliga a buscar desesperadamente la forma de volver a consumir (a esto le llamamos craving). Así empieza una adicción.
Pero no solo las sustancias nos pueden convertir en adictos. Ciertos alimentos, especialmente el chocolate, el juego, las compras, cualquier estímulo que nos proporcione una gran sensación de placer de forma inmediata es potencialmente adictiva.
Una adicción es una enfermedad que arruina la vida de la persona que la sufre, tanto a nivel de salud, económico, familiar, social y laboral. Las consecuencias de una adicción no solo las sufre el adicto, la familia y su entorno cercano también son víctimas de su enfermedad.
Muchas personas han perdido a sus familias, se han arruinado, han tenido que vender todo lo que tenían para poder seguir consumiendo o para pagar deudas, han perdido el trabajo, amistades e incluso la vida como consecuencia de una adicción.
Cómo funciona el sistema de recompensa
El sistema de recompensa tiene un objetivo evolutivo, que es conseguir lo que necesitamos para sobrevivir. Está relacionado con la anticipación, búsqueda y obtención del placer.
También nos permite distinguir en lo que es agradable para nosotros y lo que es desagradable.
Cuando conseguimos algo que necesitamos o que nos proporciona bienestar el sistema límbico (relacionado con las emociones) aumenta la producción de dopamina. Este es el neurotransmisor que nos produce las sensaciones placenteras. El uso continuado de la sustancia o el estímulo que nos produce el subidón de dopamina tiene como consecuencia la intolerancia a la falta de ese exceso de dopamina.
Además, el sistema nervioso central se va acostumbrando a la sustancia (tolerancia), por lo que para conseguir el mismo efecto placentero la persona necesita consumir cada vez más, esto es la dependencia. La sensación desagradable debida a la falta de la sustancia o del estímulo adictivo es el craving, como hemos mencionado anteriormente.
Existen diferentes modelos que explican por qué unas personas tienen más predisposición que otras a volverse adictas. Entre las principales explicaciones encontramos:
- Predisposición genética, dificultades en el proceso madurativo personal y problemas personales familiares y sociales, junto con la exposición a la droga y al estrés ambiental predisponen a la adicción.
- En ocasiones, la persona consume una sustancia para aliviar los síntomas de un trastorno de personalidad u otra enfermedad mental previa, lo que también le predispone a volverse adicto.
- El sistema de recompensa de algunas personas es más sensible a los estímulos que nos proporcionan placer o bienestar, lo que también predispone a la adicción.
Principales sustancias o estímulos que provocan adicción
- Drogas legales: alcohol y tabaco
- Drogas ilegales: cocaína, heroína, fentanilo, cannabis, alucinógenos, etc.
- Medicamentos: benzodiazepinas
- Juego: apuestas, casinos, máquinas tragaperras, viodeojuegos
- Compras
- Sustancias estimulantes presentes en ciertos alimentos: como la cafeína en el café o la teína en el té
- Ciertos alimentos: chocolate, patatas fritas, pizzas, hamburguesas, helados, etc.
Tratamientos para las adicciones
La terapia en caso de adicción se basa en una combinación de terapia psicológica y farmacológica.
- Psicológicos: pueden ser tanto individuales como grupales. Buscan el empoderamiento del paciente y proporcionan habilidades para evitar recaídas así como para afrontar los problemas cotidianos sin necesidad de consumir ninguna sustancia.
- Farmacológicos:
1. Sustancias agonistas para sustituir la droga: son sustancias que producen el mismo efecto que la droga. La más conocida es la terapia con metadona en el tratamiento de la adicción a la heroína.
2. Fármacos antagonistas: impiden que se manifiesten los efectos de la droga. Ej.- uso de naltrexona en el caso de la adicción a los opioides.
3. Fármacos anticraving y antipriming: aquellos que reducen el deseo de consumir (anticraving), como el acamprosato y los que evitan la pérdida de control en el consumo (antipriming), como el nalmelfeno. Estos fármacos son utilizados principalmente en casos de adicción al alcohol.
4. Psicofármacos: en ocasiones es necesario que el paciente tome algún tipo de medicamento como los antidepresivos.
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Comentarios
Adicción a este blog. Es brillante.
Muchas gracias, Ángel. Tienes razón, la psicología es muy interesante