La esquizofrenia es una enfermedad mental grave caracterizada por una afectación global del individuo que la padece en las áreas cognitiva, emocional, social y conductual. Supone una ruptura de la mente de la persona con la realidad.
Las personas suelen ser diagnosticadas con esta enfermedad entre los 16 y los 30, normalmente después de un primer episodio psicótico. Sin embargo, pueden aparecer cambios graduales en el pensamiento, las emociones y la conducta de las personas afectadas incluso antes del primer brote psicótico.
Esta enfermedad no es frecuente en niños pequeños.
Empezar el tratamiento cuando se ha diagnosticado la enfermedad es de gran ayuda para la recuperación.
Síntomas
La esquizofrenia se caracteriza por una gran variedad de síntomas. Podemos diferenciar entre síntomas positivos, negativos y cognitivos.
Síntomas positivos: estos son los síntomas que nos vienen a la cabeza cuando escuchamos la palabra “esquizofrenia”: las alucinaciones, los delirios y los trastornos del pensamiento.
- Las alucinaciones: la persona puede oír voces o ver, saborear, oler o tocar cosas que no son reales, aunque la persona tiene la convicción absoluta de que sí lo son.
- Los delirios: son creencias fuertemente arraigadas en la persona que no son ciertas ni racionales para los demás.
- Los trastornos del pensamiento: la persona presenta formas de pensar inusuales o ilógicas. Estos trastornos de pensamiento se manifiestan en el lenguaje que emite la persona, caracterizado por lenguaje desorganizado, extraño, dejar de hablar en medio de un pensamiento, saltar de un tema a otro sin un motivo lógico o inventar palabras sin significado.
Síntomas negativos: son síntomas que afectan más a las áreas conductual, social y emocional de la persona:
- Pérdida de motivación, disfrute o interés en las actividades diarias
- Alejamiento de la vida social
- Dificultad para mostrar emociones (aplanamiento emocional)
- Tener dificultad para planificar actividades rutinarias
- Hablar con voz apagada y carencia de expresión facial
- Dedicar mucho tiempo a actividades pasivas y sin ningún propósito concreto
- Catatonia: la persona se queda inmóvil o deja de hablar durante un tiempo. Este síntoma es poco frecuente. Una variación de este síntoma es la flexibilidad cérea, que consiste en el mantenimiento de una postura extraña o incómoda impuesta por otra persona por parte del paciente. Ej. Estando en estado catatónico el médico levanta el brazo del paciente y este en lugar de bajarlo lo mantiene levantado. Tanto la catatonia como la flexibilidad cérea son síntomas exclusivos de la esquizofrenia catatónica.
Síntomas cognitivos:
- Problemas de procesamiento de la información para la toma de decisiones
- Problemas para utilizar la información aprendida recientemente
- Problemas de concentración y atención
La esquizofrenia y la violencia
Las personas que sufren esquizofrenia no suelen ser violentas, de hecho, el riesgo de sufrir violencia es mayor entre las personas esquizofrénicas que entre las personas sanas. No obstante, el riesgo de que la persona sea agresiva aumenta si la esquizofrenia se acompaña de alcoholismo o abuso de sustancias.
Causas de la esquizofrenia
- Genes: la presencia de un miembro con esquizofrenia en la familia puede aumentar la probabilidad de sufrir la enfermedad. También existen genes que aumentan la predisposición a sufrir esquizofrenia
- Ambiente: factores ambientales como vivir en la pobreza o en entornos estresantes o exposición a ciertos virus o problemas nutricionales durante la gestación en combinación con una predisposición hereditaria o genética aumentan la probabilidad de padecer esquizofrenia.
- Estructuras cerebrales: muchas personas con esquizofrenia presentan diferencias estructurales y funcionales en algunas áreas del cerebro en comparación con las personas sanas. Aunque este tema requiere más investigación.
Tratamiento de la esquizofrenia
La esquizofrenia requiere un tratamiento farmacológico combinado con intervenciones psicosociales.
- Fármacos antipsicóticos: ayudan a aliviar los síntomas psicóticos. Se pueden tomar de forma oral o inyectada. Los efectos secundarios más habituales de estos fármacos pueden ser aumento de peso, boca seca o somnolencia. Un ejemplo de fármaco antipsicótico es el aripiprazol.
- Tratamientos psicosociales: ayudan a la persona a controlar los síntomas a la vez que continúan con sus actividades cotidianas, como ir a la escuela o al trabajo.
- Educación y apoyo familiar: estas intervenciones están dirigidas a los familiares del paciente y conocer los síntomas de la enfermedad, las opciones de tratamientos y las formas de ayudar a la persona con esquizofrenia.
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Comentarios
Tremenda la esquizofrenia. Qué miedo!!
Sí, una enfermedad terrible