Según el DSM V, el trastorno paranoide de la personalidad se caracteriza por un patrón de desconfianza injustificada y sospecha hacia los demás interpretando sus motivos como maliciosos.
La prevalencia está entre el 3,2 y el 4,4%, y es más común en los hombres. Es más probable que se dé en personas que han sufrido abuso emocional y/o físico en la infancia.
El trastorno paranoide de la personalidad suele presentar comorbilidades con la esquizofrenia, trastornos de ansiedad, trastorno por estrés postraumático, adicción al alcohol y otros trastornos de la personalidad (como el trastorno límite de la personalidad).
Síntomas
Los pacientes con trastorno paranoide de la personalidad se caracterizan por sospechar continuamente de las malas intenciones de otras personas para engañarlos, humillarlos o hacerles daño de alguna manera cuando no hay ninguna evidencia de que esto puede ocurrir.
No establecen relaciones cercanas con otras personas porque piensan que lo que cuenten puede ser utilizado en su contra. No confían en la lealtad ni de sus amigos ni de su pareja, de la que siempre están sospechando que es infiel.
Los principales síntomas son:
- Desconfianza persistente y sospecha hacia los demás.
- Sospecha de que otras personas los están explotando, dañando o decepcionando
- Dudas injustificadas sobre la lealtad de sus amigos y compañeros de trabajo
- Temor de que la información proporcionada a los demás pueda ser utilizada en su contra
- Malinterpretación de las palabras de otras personas que el individuo interpreta como menosprecio a amenaza
- Resentimiento por insultos o desprecios aislados
- Pensamientos de que ha sido atacado y disposición para reaccionar con ira
- Sospechas injustificadas de la infidelidad por parte de su pareja
Estos síntomas comienzan a una edad adulta temprana.
Tratamiento
El tratamiento se basa en la terapia cognitivo conductual y, en ocasiones, combinada con medicamentos.
Los principios generales de la terapia cognitivo conductual son:
- Reducir el malestar que experimenta el paciente
- Intentar que el paciente entienda que sus sospechas son infundadas
- Disminuir las conductas inadaptadas y indeseables
- Modificar los rasgos de personalidad problemáticos como la desconfianza o la sospecha.
Los medicamentos que se suelen recetar son antipsicóticos atípicos y antidepresivos.
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